"El deporte me ha permitido llevar una vida normal"

 

Fernando Herrera, de 32 años, es triatleta, entrenador de deportistas de Élite, profesor y tiene diabetes tipo 1. "La constancia" y "llevar una vida saludable" son sus secretos para compaginar deporte y trabajo con la enfermedad.

Idea Sana.: ¿Cuándo te diagnosticaron la diabetes?

Fernando Herrera: En 1995, tenía 22 años. Fue una noticia, más o menos esperada, ya que a mi hermana ya le habían diagnosticado diabetes unos años antes, así que tampoco fue demasiado traumático. Lo que más me preocupaba era si me iba a afectar a mi rendimiento deportivo, ya que en ningún momento se me pasó por la cabeza abandonar o retirarme de la competición, fuera la modalidad que fuera. Era mi estilo de vida hasta ese momento y no estaba dispuesto a cambiarlo, me hacía feliz. Una anécdota: en el hospital donde estuve ingresado aprovechaba para hacer abdominales y flexiones (sin que me viesen) para quemar adrenalina.

 

I.S.: ¿Te pusieron pegas los médicos para seguir haciendo deporte?

F.H.: No. Sabían que venía de practicar mucho y a un nivel bastante alto. Es más, me animaron a seguir; sólo me recomendaron prudencia hasta ir dominando y autorregulando mi vida con la diabetes.

 

I.S.: ¿Cómo te las arreglas para compaginar tu afición al deporte con el trabajo y la diabetes?

F.H.: Uno de los secretos es la constancia en los hábitos de vida, por supuesto saludables. Una vez que controlas tus niveles de glucemia, peso y alimentación con unas determinadas pautas (insulina y ejercicio físico) es importante ser lo más regular posible, incluido el tipo de vida, horarios, estrés… y dedicar un tiempo diario a nuestro cuerpo y nuestra salud. Siempre hay que establecer prioridades dentro de las obligaciones diarias, ya que todas pasan a ser secundarias cuando mi salud y mi calidad de vida está en juego. Y ahora estoy más sensibilizado aún, ya que tengo un hijo de 2 años con el cual espero poder compartir muchos años con la mayor vitalidad y calidad de vida posibles.

 

I.S.: ¿Qué beneficios aporta el deporte a la hora de convivir con la diabetes?

F.H.: Muchísimos. Por supuesto, los beneficios directos que supone la práctica deportiva para cualquier persona, diabética o no. Eso sí, siempre manejando la relación insulina-alimentación-ejercicio para que no suponga un factor de descontrol. El deporte me ha permitido poder llevar una vida totalmente normal en todos los aspectos, incluida la alimentación. Puedo comer de todo pero de forma saludable: los mismos alimentos y en las cantidades recomendadas para cualquier persona de mi edad y estilo de vida. Lo que sí miro especialmente es la cantidad de calorías que nos aportan los hidratos de carbono, grasas y proteínas para cumplir con los porcentajes recomendables de cada uno.

 

 

Información y control

I.S.: ¿Qué productos de alimentación nunca faltan en tu cesta de la compra?

F.H.: Aceite de oliva de mi tierra, Úbeda (Jaén), mucha verdura y hortalizas del huerto de mi suegro (tomo dos ensaladas diarias), pasta, que es lo que más me gusta, y también mucha fruta del tiempo. Ahora en verano sandía fresquita y melón.

 

I.S.: ¿Qué consejos darías a una persona a la que le acaban de diagnosticar diabetes?

F.H.: Lo primero, que se informe del manejo de los aspectos dietéticos para dominar conceptos clave para el control de su alimentación, ya que esto supone muchos quebraderos de cabeza, metiendo la pata por desconocimiento. También le aconsejaría asesoramiento profesional para orientarse en la práctica físico-deportiva. Y que entrara en contacto con otros diabéticos para aprender y compartir información en asociaciones, foros de internet... Y que sea optimista. Hoy por hoy, la diabetes es una de las enfermedades que más avances está teniendo tanto desde el punto de vista biológico (células madre) como tecnológico (bombas de infusión continua de insulina). Convivir con la diabetes, haciendo las cosas bien, no es todo lo malo que a priori puede parecer.

 

I.S.: ¿Qué modalidades deportivas son las más recomendables para un diabético?

F.H.: Todas aquellas que priman el trabajo cardiovascular aeróbico; es decir, actividades como el senderismo, la marcha, natación, ciclismo de carretera o montaña, carrera a pie, de patines en línea, bailes… Todos ellos practicados de forma controlada (asesorada por profesionales) y relativamente suave.

 

I.S.: Además de competir y dar clases de educación física también entrenas a deportistas de elite.

F.H.: Actualmente dirijo a un triatleta que pertenece a la selección nacional sub-23, y a un corredor de mountain-bike que también está entre la elite de este deporte. Además asesoro a corredores de medio-maratón y maratón. Normalmente nunca solemos referirnos a mi condición de diabético, puesto que en realidad no afecta ni a nuestra relación profesional ni personal.

 

I.S.: Por último, tus tres Ideas sanas para que nuestros lectores mejoren su calidad de vida.

F.H.: Tener una vida lo más organizada posible, con cierta regularidad en los hábitos. Cuidar la alimentación y el descanso. Y realizar cualquier tipo de actividad física o deportiva, como hobby o para competir.

 

 

 

(Psicólogo, pedagogo y escritor )

¿Cómo potenciar lo positivo en lo negativo de la diabetes del niño?

 

Seguramente una de las muestras más evidentes de sabiduría en cualquier persona es saber descubrir ese aspecto positivo y rentable que suelen esconder situaciones preocupantes y negativas. Hoy me encanta abordar la vertiente "positiva" que puede tener en un niño el hecho de ser diabético, por paradójico que pueda parecerle al amable lector. Es cierto que desde la más temprana edad se ve obligado a seguir una serie de pautas y de hábitos ineludibles que tienen que ver con el control de los horarios, la periodicidad de las inyecciones de insulina, la práctica del ejercicio físico, el control de su alimentación… Todo esto puede parecer (y lo es en un principio) latoso, estresante e incómodo y lo será si los padres y el propio niño no aciertan a descubrir y a potenciar cuanto de "positivo" tiene el problema de padecer diabetes.¿Dónde están esos aspectos positivos? Los más importantes que saltan a la vista son:

 

Que el niño adquiere responsabilidades que tienen que ver con el cuidado de sí mismo y de su salud desde su más tierna edad. Mientras en otros niños se suele descuidar este hecho; en el niño diabético, los padres inteligentes saben alabar y motivar la atención que el niño presta a cuidarse y a responsabilizarse de sus actos. Son incontables de cara a su futuro y a medio y largo plazo, los beneficios que reportará al niño diabético, una mayor fuerza de voluntad, la disciplina de observar horarios y de responsabilizarse de aquello que debe hacer, como las tareas escolares, organizar su tiempo, ceñirse a un horario…

Se habituará a una alimentación integral y muy sana, sin permitirse concesiones, que pagaría muy caro. Sin duda, el niño diabético, puede convertirse en el mejor alimentado y además, de forma responsable porque él sabrá que siempre debe cuidarse por su propio bien. Los efectos estupendos sobre su salud presente y futura son evidentes.

Finalmente, el niño diabético será un niño y un adulto más humano, comprensivo, tolerante y con más empatía hacia sus semejantes "diferentes", como enfermos, inmigrantes, disminuidos físico y psíquico. No en vano, él también es diferente al ser diabético, pero no se considera inferior a los demás niños porque puede realizar las mismas actividades que cualquiera y en el caso de que tuviera alguna limitación, no haría de ello un drama. En mi último libro, ‘Aprendiz de sabio’, hay un principio (el 82) que tiene perfecta aplicación a este tema. Dice: “Busca algo bueno en los demás y lo encontrarás”. Busquemos y potenciemos lo bueno en lo no tan bueno de la diabetes y esta enfermedad casi dejará de ser un problema.

 

ENDOCRINOLOGIA

Una planificación adecuada permite a los diabéticos practicar actividades físicas

Los Juegos Olímpicos de Sidney volvieron a demostrar que los deportistas diabéticos ya no compiten con desventajas insalvables ante sus rivales. El llamativo caso del británico Steve Redgrave, diabético insulinodependiente, que obtuvo en tierras australianas su quinta medalla de oro olímpica en remo ha servido para derribar los últimos mitos existentes en torno a la incapacidad de los diabéticos para el deporte de alto nivel. Redgrave no fue el único deportista diabético que triunfó en Sidney. Además de este remero de 38 años —que se inyecta insulina seis veces al día— un deportista estadounidense que padece la misma enfermedad se adjudicó la medalla de oro en natación, precisamente en la prueba más corta de las que se disputan en la piscina. Gary Hall triunfó en los 50 metros libres y contribuyó a enterrar la creencia de que los diabéticos no pueden ser campeones olímpicos. Tanto Redgrave como Hall sufren la modalidad más severa de diabetes, la llamada tipo 1 o juvenil, que es la que requiere inyectarse insulina a diario. El ejercicio en diabéticos está de actualidad y la publicación estadounidense 'The Physician and Sports Medicine' dedica en su último número su espacio central a analizar los cambios más recientes registrados en el conocimiento del ejercicio físico y su relación con la diabetes. Perfectamente capacitados si controlan la enfermedad El doctor Martin Draznin, endocrinólogo de la Universidad de Michigan (EEUU), señala como conclusión principal en su trabajo que los deportistas diabéticos están capacitados para la victoria en la alta competición siempre que lleven a cabo un control intensivo de su enfermedad. Mantener un equilibrio constante en el aporte de insulina y la regulación de su ingesta de hidratos de carbono son dos factores que deben ir unidos a la planificación del entrenamiento. El deportista diabético debe llevar a cabo los controles de glucemia antes de las comidas y a la hora de acostarse, sea cual sea el tipo de insulina que se utilice, que puede ser de larga duración o la llamada lispro (ultrarrápida). Es importante anotar durante un mes los niveles de glucemia que se registran dos horas después de las comidas para determinar si la pauta es correcta. El uso de una bomba de infusión subcutánea continua ofrece mayor protección frente a la hipoglucemia nocturna. Estas bombas (unidas a un catéter de plástico) son pequeñas y se pueden llevar ajustadas en un cinturón corriente. Recomendaciones para los atletas diabéticos En el trabajo del doctor Draznin se recomienda a los atletas ingerir 15 gramos de carbohidratos cada media hora de ejercicio aeróbico (de baja intensidad y larga duración) para contrarrestar la creciente eficacia del uso de insulina. La monitorización de los niveles de glucosa —mediante la extracción de sangre con un pinchazo en la yema del dedo— es muy recomendable en actividades de más de una hora de duración. Para diseñar la estrategia de la temporada se recomienda disminuir las dosis de insulina inyectada durante los meses de mayor actividad competitiva. El cuidado de los deportistas diabéticos comienza con un examen previo a su entrenamiento. Cuando los programas son especialmente intensos, puede ser necesario disminuir la dosis de insulina si los suplementos de carbohidratos no son suficientes para prevenir la hipoglucemia. El riesgo de sufrir un descenso brusco de este parámetro (o también un cuadro de cetoacidosis) exige que en la planificación del entrenamiento y la competición esté involucrado el endocrinólogo. No obstante, el diabético debe saber que existen deportes contraindicados para él. En concreto, debe evitar todos aquellos en los que la aparición de una eventual hipoglucemia ponga en riesgo su vida. Actividades más y menos indicadas Entre las actividades prohibidas figuran los deportes de motor, el alpinismo de gran altura, el paracaidismo o el windsurfing. En todas ellas, un desvanecimiento generado por un descenso de la glucemia podría ser fatal. También se deben descartar (por el riesgo asociado de lesión vascular) los deportes con traumatismos violentos y repetidos, como kárate, taekwondo o boxeo. En el caso de submarinismo, está permitido siempre que salgan con un compañero adiestrado para actuar ante una hipoglucemia. Del millón y medio de diabéticos que existen en España, aproximadamente el 10% presenta diabetes tipo 1 (necesitan inyectarse insulina a diario). La recomendación del ejercicio llevada a cabo por los endocrinólogos ha contribuido a un espectacular aumento en la actividad deportiva de los jóvenes diabéticos en nuestro país y a un cambio radical en la mentalidad de los enfermos. salud@el-mundo.es